la línea de pensamiento va así: en algún punto hace dos años mi ex compró unas pinzas con formas de pulpos muy lindas, y su primer comentario al mostrármelas fue: ya se, son algo ridículo pero me gustaron
por razones que no les puedo explicar eso no se me ha olvidado, y mi cerebro tuvo a bien recordármelo ahorita que, justamente, estoy buscando pinzas lindas (hasta ahora he usado de ropa)
el trabajo que sigue sin resolverse, mi entrenamiento que va mucho más lento de lo que quisiera, la inseguridad de ver a alguien que pensaba podría ser una nueva amiga y no encontrar nada, la disforia de siempre, la soledad que llega a veces cuando quisiera no pelear sola aunque fuera unos días...
y ya estoy llorando de nuevo
la agenda está cargada para esta semana, no tengo tiempo para ésto